Bueyes Perdidos

Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

miércoles, 8 de julio de 2009

Tradición.


La sencilla canoa a remos amarrada a los juncos de la orilla, dos figuras, una junto a la otra, de cuclillas en la barrosa superficie, la mayor señala algunas marcas en el suelo y le explica algo a la mas pequeña, las huellas del carpincho se mezclan con otro tipo de marcas del terreno, pero el entrenado ojo del adulto es capaz de distinguirlas, ahora, junto a su hijo, le enseña a reconocerlas, a leer en el terreno lo que del animal puede saberse por su rastro.
La mujer deja caer el chorro de agua en el centro de la circular estructura de harina y sal, con las manos mezcla concienzudamente los ingredientes para ir dándole consistencia a la masa, las manitos de su hija, encaramada sobre una silla para poder alcanzar la zona de trabajo, imitan los movimientos de su madre con una pequeña porción de la masa recién formada, repitiendo seriamente hasta los gestos de la primera, la pequeña ansia ver cocida su propia creación, ambas sonríen, una atenta y concentrada, la otra orgullosa.
Desde el principio de los tiempos, los humanos han transmitido sus conocimientos, sean estos de la naturaleza y complejidad que sean, un innato orgullo acompaño sistemáticamente a esta actividad que tiene componentes instintivos y volitivos. Poemas, cantos, cuentos y la realidad misma han sido y son testigos o voceros del fenómeno que intelectualmente se denomina “educación”. Los padres históricamente han sido los que, en primer lugar, iniciaron el camino de la transmisión de la experiencia y el saber, ayudados por, habida cuenta de la complejidad de nuestra cultura, maestros, también de variadas características.
Desde un punto de vista que intenta ser objetivo, pero sin el amparo de un estudio seriamente elaborado, me permito una reflexión. Los padres de las grandes ciudades, al menos en las generaciones mas jóvenes, han perdido algo de ese orgullo, quizás de la motivación que tradicionalmente las personas han tenido, varias pueden ser las razones, varias las justificaciones, pero la percepción que en lo personal tengo de los chicos ahora, es que no gozan del beneficio de la enseñanza básica que los padres pueden dar, independientemente de las razones por las que esto ocurre.
La soledad, el reemplazo de la fantasía personal por la que se consume mediante los videojuegos o la televisión, la perdida de la interacción filial por las ausencias propias de la vida y la supervivencia en las grandes ciudades, ha hecho que parte de esa antigua e inherente tradición, se pierda o se relegue con las consecuencias que esto implica.
Insisto, mi punto de vista es el del observador objetivo que, sin ser padre, es capaz de percibir y comparar lo que ve y lo que ha vivido, por un lado con cierta nostalgia, propia de advertir la perdida evidente de esa importante relación entre padres e hijos; no sé, ojalá me este equivocando, como sea es una pequeña reflexión para pensar, ¿están de acuerdo?

TRAS LAS HUELLAS…


Hay periodos en los que los bueyes mas pintados se pierden por mas tiempo del que uno deseara, lo cierto que al hallar su rastro caemos en la cuenta que nuestra distracción no nos ha dejado ver un sinnúmero de cosas, seremos capaces de conservar el rastro o lo volveremos a perder…

viernes, 27 de febrero de 2009

CUPIDO RELOADED.


Mis padres se conocieron en un baile, no recuerdo bien pero quizás haya sido uno de esos bailes de carnaval que se hacían en los clubes de barrio, por entonces ese era el marco de evolución de las relaciones sociales, generación de amistades y eventualmente parejas. Algo parecido viví yo mismo en mi adolescencia, bailes en discos, clubes, centros de estudiantes universitarios, en fin, lugares donde físicamente tomaba contacto con aquellas personas que despertaban mi interés y realizaba una complicada ceremonia de seducción, que finalizaba con un nuevo noviazgo, una nueva amiga o, como era la mayoría de las veces, la mas absoluta indiferencia.

No voy a tocar el tema de la generación de relaciones a través del Chat ya que eso lo hice hace un par de años en “Cupido a 64 bits”, pero si me gustaría pensar, reflexionar o solo llenar espacio hablando de las redes sociales. Como mencione en el primer párrafo, nos conocíamos de una manera netamente física, bueno, salvo las pocas excepciones correspondientes al intercambio de correo postal, lo cierto es que nos sentíamos atraídos, en principio por lo que veíamos, y al transcurrir la jornada íbamos sintiéndonos mas cerca o alejándonos dependiendo de lo que pudiéramos notar, que se yo, mohines agradables, un dedo en la nariz, movimientos delicados, arrojarse sobre un comestible como si fuera pilar de Los Pumas, lo que se les ocurra, pero el conocimiento mutuo era a través de  varios de los sentidos, mediante los que se incorporaba la información.

Los clubes actuales han perdido prestigio en este tipo de actividades, encabeza el ranking de constructor de relaciones el fenómeno de las redes sociales por Internet. Facebook, Badoo, Hi5, y hasta Sexyono por ejemplo, son los nuevos salones de charla donde las personas se han de “conocer”, sociologicamente este fenómeno ha sido muy estudiado y expuesto de manera profesional, yo lo quiero mencionar desde el punto de vista del azorado espectador no técnico.

Dependiendo de la personalidad del usuario, veremos en el correspondiente perfil en la correspondiente red social, un indeterminado numero de fotos personales, una breve auto descripción y una serie de pensamientos sueltos que el dueño del mismo quiso compartir. Es esta la puerta de entrada a una explosión exponencial de contactos, con posibilidades de ser amigos o algo más, un heterogéneo grupo de gente con intereses en general variopintos, pero que coinciden en el objetivo de ampliar su círculo social de manera personal o, la más común, virtual.

Así que nos encontraremos ante una verdadera lotería virtual, no se si muy diferente a la real, en la que cada participante evaluara los datos disponibles y decidirá si permite o no acercarse a aquel personaje con el que sostiene algún tipo de comunicación. El sistema es tan bueno como lo son sus usuarios, nada muy diferente, insisto, a la relación personal propiamente dicha.

En la actualidad la no pertenencia a alguna de estas redes es casi como un certificado de inexistencia social., bueno, admito que a veces me gusta exagerar, en todo caso, la vorágine de nuestras actividades y el fácil acceso a la tecnología, ha hecho que la gente se incline paulatinamente a estos lugares virtuales para ampliar o generar sus relaciones sociales, por lo que es muy común recibir en nuestros correos electrónicos las invitaciones de nuestros amigos para unirnos y compartir alguna de estas redes, a partir de ahí la decisión de hacerlo o no es personal, si son buenas o malas, dependerá de cada uno, de cómo maneje su perfil y de la importancia que le asigne en su vida.

domingo, 15 de febrero de 2009

RELAX.


Dicen que los años no viene solos, en mi caso vinieron acompañados de una interesante presbicia, creo que algo de miopía y ciertamente una menor resistencia al estrés, así que un viejo amigo, solidarizado con mi estado de dolor de espalda y cabeza a causa de las contracturas, me invitó a vivir una nueva experiencia, nueva para mi en todo caso.

¿Era sauna o baño turco?, bueno, no lo recuerdo con certeza, pero la imagen que me aborda es la de un calido lugar, lleno de hermosas mujeres dispuestas a atender solicitas nuestros deseos, ansioso no veo la hora de terminar mi jornada laboral para acercarme a semejante lugar de relax.

Al final de la escalera entramos a un recibidor espartano, con claro olor a gimnasio, en una ventanilla, previo pago del uso de las instalaciones, nos entregan una serie de blancas prendas, a saber; un tohallón para secarse, supongo que después de un baño, una especie de taparrabo que, probablemente, rabos habrá de tapar muy bien pero no siendo eso lo que hubo de tapar, su desempeño dejo mucho que desear, un par de pequeños jabones, y una medallita numerada que correspondía al lugar donde habríamos de dejar nuestras pertenencias.

Primera escala, los baños turcos, en mis fantasías eran un lugar lleno de maderas con un ambiente saturado de un vapor vivificante, donde uno podía leer el periódico mientras sentía que el alma le volvía al cuerpo, la realidad sin embargo fue apenas diferente, al entrar no alcance a notar los detalles de la decoración, si sentí que me consumía por dentro al dar mi primera bocanada despreocupada en el ambiente, un vapor a una temperatura muy superior a la que el humano es capaz de resistir quitó todo rastro de tabaco o mucosidad de mis bronquios y creo que a los mismos bronquios. Me mentalice que debería apenas respirar, mientras sentía que me deshidrataba de manera exponencial mientras permanecía ahí adentro, poco antes del segundo minuto posterior a mi ingreso, salí, en poco decorosas cuatro patas, con mi pequeño taparrabo, por Dios, a tratar de conseguir algo de aire, patético.

Después de una ducha ligera, alrededor de 2 grados por encima del punto de congelación, me arrastraron,  no sabia donde estaba por el shock de la ducha helada sobre mi cuerpo en ebullición, a un gabinete con capacidad para unas seis personas, este si de madera, no había vapor visible, con aspecto muy acogedor. La reacción inicial en el sauna, ahora me enteraba de que se trataba, no fue muy diferente a la del baño de vapor, solo que el aire que ingresaba, de manera dolorosa en los pulmones, era seco en extremo, y pensar que pagué por esa tortura, pensamiento que se me hacia a cada momento mas dominante, entre los seres mitológicos que el nuevo y extremo cambio de temperatura me hacia ver a mi alrededor.

Abrí los ojos tendido boca abajo en una camilla, con alguien que me decía algo referente a un masaje. Bueno, al fin una interesante perspectiva, había oído de las pequeñas japonesas que caminan sobre la espalda en un agradable masaje. No era una dulce japonesa, era un señor de unos cincuenta años, gemelo sin duda del mítico King Kong, el doble de espalda y vello que yo, que no es poca cosa y unos brazos del tamaño de mis piernas; el señor en cuestión me sometió a un terapéutico masaje que, ciertamente,  jamás olvidare, no se cuanto duro el tratamiento, ni siquiera se como o quien me devolvió a la calle perfectamente vestido, solo se que he decidido convivir con mi estrés que solo me produce acidez y algún dolor de cabeza, que volver a someterme a un tratamiento semejante, definitivamente soy un hombre de costumbres sencillas.

 

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Fóbico por elección.



Quizás algunos de ustedes, abnegados seguidores de este asíncrono conjunto de ideas, recuerden “El Señor de las Cucarachas”, bien, poco mas de un año después las cosas se modifican, no necesariamente cambian.
Habiendo llegado a un tácito acuerdo con las susodichas, ellas se mueren y yo las saco de la casa, había logrado un cierto equilibro en la convivencia con el entorno de mi pequeño reino sin vasallos, pocos seres vivientes diferentes de mi mismo se atraviesan en mi camino, algunos individuos de color verde y pertenecientes al reino vegetal han aparecido en mi vida, si, los que me conocen fruncirán el ceño, pero supongo que son las primeras manifestaciones de una precoz vejez, pero como todo idílico estado no habría de durar, y no duró.
Con las primeras limpiezas, al quitar del piso un pequeño caloventor, descansando debajo de éste, encontré una rara criatura, bueno, no es rara en si misma ya que abundan y mucho, pero esta amiga de ocho patas era del tamaño de la tapa de un frasco de mermelada y muy peluda, mas allá de la manera en la que me deshice de ella resulto ser el principio de una irregular relación. Con restos de construcción en mi patio, al menos hasta que concluyan el departamento de al lado, me he cruzado ya varias veces con arañas de semejante tamaño, sabía de su existencia pero me las imaginaba mas hacia el norte, en el litoral y alrededores, pero no, son vecinas mías, para definirlo de alguna manera.
El momento crucial de mi relación con las arañas grandes y peludas tuvo lugar hace un par de noches cuando, descalzo, estuve a punto de pisar una en horas de la madrugada, yo también voy al baño, al saltar yo sobre la cama el insecto me imitó pero dentro de mi zapato para refugiarse, estuve casi convencido de donárselo como vivienda unipersonal, pero finalmente y con bastante insecticida, un látigo y una silla sometí a monstruo.
Si señores, he tenido tanto contacto con esos bichos en este ultimo año que he pensado en volverme fóbico, hasta donde sé no tengo ninguna fobia digna de mención ni de las otras y me parece que la fobia a las arañas es bastante elegante, así que veré si la adopto, debe ser un buen tema de conversación en las reuniones de amigos, ¿no les parece?

sábado, 6 de septiembre de 2008

Magia cotidiana.



Las leyendas de todos los pueblos de todas las épocas nos hacen mención a la magia, desde lo romántico podemos decir que la magia esta en esas pequeñas cosas que vemos a nuestro alrededor, la naturaleza nos da cientos de muestras de esa magia romántica que alimenta la imaginación de los poetas, la vida misma para muchos es algo mágico.

Soy un romántico y veo magia en todos lados, las letras de un buen libro tiene la magia de meterme en escenarios desconocidos como observador cuasi omnipresente conviviendo con los personajes, algo de esa magia prestada es la que uso cuando me siento a contar cosas por este medio, la música y otras tantas cosas me resultan cuasi mágicas, en este ultimo caso por mi nula aptitud para su desarrollo.

Así quizás, mi niñez y adolescencia fueron los momentos mas mágicos que recuerdo y con ese bagaje encima pensaba que la magia era una de esas maravillas que no se extinguirían, hoy no estoy tan seguro de eso.

En cierta forma la misma tecnología que me apasiona y me da de comer es una de las principales razones para que la imaginación de las personas, el instrumento esencial para liberarla, se diluya a edades cada vez más temprana. Sospecho, quizás pecando de estrecho criterio, que las nuevas generaciones adolecerán de la ausencia de ese algo tan especial que nos ha acompañado y aun lo hace a los que somos algo mayorcitos.

No se, es solo lo que humildemente logro apreciar a mi alrededor, de alguna manera me impresiona como que en la actualidad, desde la niñez, se adquiere el producto de la imaginación de terceros sin llegar a desarrollar como antaño la propia, si así fuera, me asusta el porvenir. De todas maneras siempre hay aquellos dispuestos a tomar la posta y ejercer sus libertad interior de manera de regalarnos maravillosos poemas, cuentos e historias, aquellos capaces de disfrutar sus pequeñas soledades con la mirada perdida en alguna historia, melodía o rima que se gesta muy adentro, quizás después de todo la magia sea capaz de sobrevivir a la tecnología por su propia esencia, ojala así sea.

sábado, 16 de agosto de 2008

Cambalache.


Perdí la cuenta de las veces que me he sentado con la firme decisión de volver a escribir, de alguna manera lo he hecho hasta ahora con, desde mi punto de vista por supuesto, una cierta calidad, razón por la cual las paparruchadas que se me han ocurrido, de manera sistemática, fueron acumulándose en la papelera de reciclaje, lo cierto es que si de alguna manera las condiciones de vida de una persona, en este caso yo mismo, cambian, el cerebro se dedica a buscar una solución y poco se puede hacer para que le de cierto espacio a la creatividad abstracta, si bien ando algo complicado, me gustan los eufemismos, desde lo profesional, va siendo hora que me dedique al resto de las cosas que implican el vivir, convengamos que vivir es un cúmulo de cosas en lo que lo laboral es apenas una parte.

La letra de uno de los tangos mas conocidos y mas vigentes que se han escrito enmarcan muchas de las situaciones que como ciudadanos del mundo habremos de vivir, un vistazo a nuestro alrededor nos mostrara una mezcla de realidades que bien podrían ser una representación desde el grotesco, mas que un día mas en, por ejemplo, una ciudad. Malabaristas en un semáforo, limpiavidrios en el siguiente, ejecutivos en todos dentro de lujosos automóviles, hastiados taxistas asintiendo mecánicamente a la afirmaciones de un ama de casa apurada por los vencimientos pendientes, risueñas damas de compras en un vehiculo similar, amontonados trabajadores de disímiles empleos aglutinados y homogeneizados en los colectivos, todos con cara de cansado y aire de victima; en las veredas, cientos de personas escupidos repentinamente por las bocas del subterráneo, cartoneros buscando sus sustento, mendigos en busca de monedas, turistas llenos de tecnología y ropa estrafalaria, si, un poco de todo como en botica, la Biblia y el calefón.

En ese contexto cualquier pequeño o gran displacer personal se diluye en el cuasi vivo torrente de sensaciones que rodean al individuo, así que si uno es capaz de dar un momentáneo paso al costado y salir de esa caudalosa corriente de sensaciones y sentimientos que corre las venas devenidas en calles de la ciudad, si se logra por un momento tomar conciencia de uno mismo, bien puede aferrarse a la esperanza y la fe en su propia capacidad, que a modo de salvavidas harán que la cabeza este encima de ese todo y uno pueda seguir respirando y nadando en el rumbo escogido y no en el que, sin ese salvador paso, nos llevaría la mas común y profunda de las corrientes que atraviesan las ciudades, al menos en nuestra América, el pesar.

Si ya se, se lo que parece, pero es un pensamiento optimista ciento por ciento, camuflado de lo contrario, ya dije que me han pasado cosas, no se si me han vuelto mas observador o mas sabio, se que de repente me siento un poco mas viejo, pero como sea, dejar caer los brazos va contra mi religión, así que acá estamos, “El Analista, el regreso”…

jueves, 5 de junio de 2008

El cántaro roto.


La vida misma es la mejor de las musas, uno apenas gira la cabeza hacia cualquier lado y encuentra muchas razones para opinar y por que no escribir. Los ensayos son textos simples, su simpleza radica fundamentalmente en que, a menos que se investigue propiamente algún evento, uno puede desglosar sus propias experiencias, que en todo caso es una fuente perenne de aprendizaje aunque más no sea personal. Es por esto que admiro y respeto mucho a los columnistas buenos de algunos medios de comunicación, que sin vivir en forma personal algunas de las cosas que escriben, pueden desarrollar con maestría la realidad de su entorno y volcar su opinión de manera interesante.

En este momento mi país da más de una posibilidad de ser columnista de una realidad complicada, complicada en lo general y casualmente en lo personal, pero no pienso aburrirlos con esto ultimo, lo cierto es que miremos donde miremos las condiciones, de la que ha llegado a ser, alguna vez, una gran nación, se deterioran a velocidades exponenciales y no se ven horizontes luminosos por ninguno de los cuadrantes de la rosa de los vientos.

Soy Argentino y orgulloso de eso, pero incapaz de entender las razones por las que en lugar de surgir como una nación seria, vivimos repitiendo errores sistemáticos y usando formulas descartadas en otros países, donde las mismas fracasaron estrepitosamente poco después de su implementación. La historia no es una materia para llenar horas escolares, es una muestra del camino recorrido y de los aciertos y errores cometidos, pero como lograr que un país con cincuenta millones de individuos dejen de pensar como tales para pensar en el bien común, el crecimiento de la nación que nos alberga es un camino al crecimiento personal ya que se abren oportunidades que de otra manera es imposible conseguir.

Desde los momentos iniciales de una incipiente nación, aquellos que fueron destinados a gobernarla pensaron en su propio bolsillo, salvo honrosas excepciones, y se sometieron a los designios de otros gobiernos que solo han pensado en sus propios intereses, así que entre el egoísmo personal y la ceguera política hemos andado a los tumbos por 198 años, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, dice un viejo adagio, bien, el cántaro se ha roto, a veces pensamos que mas abajo no se puede llegar pero Argentina es capaz de superarse a si misma en ese sentido de la mano de su gobierno de turno, no me gusta la política quizás por que esta llena de individuos que solo piensan en su propio acomodo, no soy tan noble como para decir que seria intachable pero quiero ser participante de algo grande y bueno, quiero vivir en el país que nos merecemos, aunque dicho de esta manera quizás sea así como estamos viviendo…