Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

lunes, 26 de junio de 2006

Estrellas mágicas.

Exploradores, poetas, sabios y curiosos, han encontrado en las estrellas y las constelaciones que forman, diferentes clases de atracción, han sospechado que rigen los destinos de los hombres, las han usado para encontrar su camino en mares bravíos y oscuros y en gélidos lugares, han sido el marco de pasiones y amores famosos y anónimos, han sido fuente de pasiones e inspiración, bajo su tenue luz o a partir de ella, han salido las mas bellas palabras que aun en nuestros días podemos disfrutar.

Magos y hechiceros encomendaron sus conjuros o los ampararon en el poder de su misteriosa lejanía, pero nadie hasta ahora pudo vivir la magia de las estrellas, de una constelación viva, hecha mujer.

Quien es capaz de darle valor a la experiencia, las viejas civilizaciones conocían su importancia, los antiguos consejos de ancianos hoy se llaman geriátricos, pero la realidad es que la secuencia de eventos que, concatenados, son los escalones de nuestra vida, en esta época pierden su valía, ya que son pocas las personas que son capaces de aprovechar realmente el camino recorrido.

Hay sobrevivientes, diferentes son las razones para denominarlos así, algunos, los pocos, vieron próximo el final del camino, cuando este apenas empezaba a tomar forma, y valoran el don de poder respirar, de abrir los ojos cada mañana como solo los sabios pueden hacer, algunos, están rodeados de una mágica aura, fruto de su sufrimiento y de la nueva manera de vivir cada segundo, que aprendieron a partir de el primer segundo de su nueva libertad, eso, en parte, me hace escribir esta serie de pensamientos sensaciones y sentimientos deshilvanados.

Si dejamos volar las ideas y entramos en un plano de generalidades todos somos en cierta manera sobrevivientes, algunos en mayor, otros en menor medida, lo concreto es que en base a como asimilamos los dones que la vida nos fue presentando, será la esencia de la persona que en nosotros habita. Me considero un superviviente, el dolor, físico y emocional, forja nuestro espíritu, moldea nuestra personalidad y nuestro conocimiento, ayudado por las inquietudes propias que nos permitamos aferrar, el conocimiento bibliográfico, los estudios o la calle, serán los elementos que redondeen ese ser que en nosotros habita, eso nos da un perfil, nos hace o no especiales, ante nosotros mismos y ante los demás.

Muchos de los pasos que damos para recorrer la senda de la vida tienen un objetivo oculto, en nuestro conciente estamos en la búsqueda de la satisfacción de diversas necesidades comunes, no siempre altruistas, algunos buscamos en el fondo algo no definido pero inmensamente profundo, otros, los privilegiados, aquellas almas amparadas en la magia de las constelaciones, en la calida luz de las estrellas, como estigma de su paso por la vida, con un saber que da la experiencia manejada en pos de la razón, conocen el objetivo de su búsqueda, ya no inconciente, si no que muy concreta.

Borges imaginó un jardín con caminos que se bifurcan. Alguien me hablo también de un laberinto antiguo, que tomado de diferentes maneras siempre terminan en la misma y única salida, un concepto que me apasiono. Una constelación mágica, hecha musa y mujer, una búsqueda inconciente por el laberinto de la vida, un camino lleno de conceptos como magia e intuición, sentidos podríamos decir, quizás siempre dormidos a la realidad conciente y volitiva, pero vivientes y activos, un camino, iniciado quien sabe cuantas vidas atrás.

Una de esas veredas, junto a dos seres, quizás pares de alma, por mucho tiempo sin que ellos mismos lo notaran. Un camino de bits y charlas con sonrisas, pero sin profundos conceptos, aunque la intuición o la misma magia los conservo cerca, hasta que una misteriosa mañana de astros encontrados, libero la magia, viva en el alma de la constelación y dormida en la de alguien que siempre se considero a si mismo simplemente un hombre.

Dos almas, gemelas quizás, que se encontraron en el dialogo, que se descubrieron asombrados, que se metieron el uno en el otro, creando una simple pero continua y creciente, mutua necesidad. Dos almas que llenaron una noche de palabras, que no eran otra cosa que el descubrir ante el otro, las razones de un inevitable encuentro. Desde ahí esas almas, llenas de magia, se enlazaron para siempre, poniendo en manos del destino la elección de la vereda a seguir, una misma senda, una mano en la otra. Pero una nueva noche, con mas palabras, con nuevas sensaciones dormidas, controladas pero concientes, fundieron esas almas, en la fusión de sus bocas, en el encuentro de sus sabores mezclados con el tabaco, pero llenas de la magia que no podían dejar de vivir. Un simple pero profundo beso, mezcla de pasión, cariño y la reiterativa presencia de magia, solo un beso, por que eso marca la diferencia, es por eso, que la unión de las bocas, encerró en un todo dos mitades que quizás se buscaban.

Estas palabras no hablan de un epilogo, si no de un nuevo comienzo diario, en la que dos pares no se sepan solos, caminen juntos, crezcan en el conocimiento, aprendan de si mismos y del otro, de la manera que ellos mismos elijan.

Daniel Almiron

25/06/2006

2 Perplejos:

Anónimo dijo...
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El Analista dijo...
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