El Junco.
Sin incienso ni velas, las circunstancias a veces llevan a la meditación espontánea, el baño, la cama, la calle, cualquier ámbito es ideal para ese ejercicio, nacido en muchas ocasiones de la necesidad.
Muchas veces recurro a las metáforas sicológicas basadas en las analogías que hacían nuestros ancestros, hoy volveré a hacerlo. Quien en su vida no ha visto un junco, ese vegetal delgado y resistente usado muchas veces en construcciones humanas de diferente naturaleza, el junco en su hábitat natural, en su plenitud, tiene una característica muy especial, a pesar de su extrema delgadez es muy pero muy resistente, el ímpetu de los mas fuertes vientos es incapaz de quebrarlo, y esa especial característica me lo trae a mi memoria.
No importa cuanto se haya vivido, no importa que tanto se haya aprendido, cuando la vida golpea de nuevo es difícil no sentirse flaquear. Sin importar las circunstancias ni mucho menos los detalles, este ha sido un mes muy duro en lo personal, y la tentación de dejarse ir por la laxitud de la depresión esta siempre presente, es una manera cómoda de refugiarse en un estado de animo cuando las circunstancias externas, de manera también metafórica, nos ponen palos en
Los estados de animo, son condiciones internas quizás, algunas veces, motivadas por eventos externos, la palabra cariñosa de quienes nos rodean, la palmada en el hombro, son formas de aliento, pero no pasa de eso, nadie mas que uno mismo debe pararse frente a la vida y resolver o dominar las razones que llevaron a esa angustia. Nadie puede vivir nuestra vida por nosotros, ni mucho menos resolver nuestros problemas, la vida no se delega, se vive, con los momentos gratos y los que no lo son, si nos tomamos un mínimo tiempo de reflexión, si afrontamos las causas de nuestras sensaciones, de alguna manera las resolveremos o aprenderemos a convivir con ellas sin que nos invaliden como persona, nadie mas que uno mismo puede sobreponerse a uno mismo.
La analogía del junco me surgió a partir de mi propio estado de animo, cuando me di cuenta que me puedo doblar, pero no me rompo, como el junco, ojala que mi reflexión le sirva a alguien mas que a mi.
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