Nómada.
El hombre de la cultura occidental es de naturaleza arraigada, si hablamos del hombre de ciudad, el acceso a los recursos, raras veces implican sendos desplazamientos físicos, su persona, familia y bienes, no deben enfrentarse a menudo a la aventura de la migración, entonces, ¿Por qué mi vida no puede ser de esa manera?.
El observador detallista encontrara al ingresar en mi castillo, cajas de embalaje con su contenido intacto, quizás un psicólogo diría que es una negación al arraigo, argumento que justificaría mi nula intención de desempacar elementos que no he necesitado, quizás de una manera cuasi visionaria. A lo largo de estos últimos días e vivido la migración no deseada en carne propia, primero vi partir, con un nudo en el corazón, a mi paupérrima pero amistosa heladera, pocos días después, y de la misma silenciosa manera, la pequeña y destartalada mesita de noche sobre la que se alojaban algunas cosas útiles, el viernes, me entere que el que debe migrar en plazos perentorios soy yo, habida cuenta de tener que entregar el departamento en el que habito.
Techos y paredes un poco descascaradas, ventanas totalmente carentes de seguridad, un pequeño calefactor que hace ingentes esfuerzos por comunicar sus beneficios, sin éxito, a unos ambientes demasiados grandes para su modesta capacidad, sanitarios lábiles, un agua caliente un tanto caprichosa, y una modesta fauna cucarachistica que resiste todo combate, ese es mi castillo, al menos por unos días aun. Quizás en la cruda y brevísima descripción, no comprendan el cariño que en poco tiempo le tome al lugar, pero es así.
En este modesto departamento me reencontré a mi mismo, pude bucear en mi propio yo encontrando pensamientos y habilidades dormidas durante años, crecí como persona, garabateé las primeras palabras que lograron trascender la papelera de reciclaje y ser motivo de mi propio consumo, aprendí a compartí mis ideas, mis reflexiones, descubrí halcones, perdices fénix y toda la fauna de la que suelo hablar, reí, deje caer lagrimas, reencontré la sensación de sentirme vivo y compartirlo, en pocos días deberé dejar este lugar, una plataforma mediante la que conocí las palabras y las letras de nuevos amigos, recibí halagos y criticas, aprendí que mis reflexiones son ensayos, quise mas a la poesía y a quien la hace, al descubrir que la sensibilidad de una persona bien puede reflejarse en sus palabras, crecí.
Seguiré creciendo amparado en nuevas paredes, un techo diferente, continuare mis reflexiones en otro escenario aun desconocido, seguiré regalando partes de mi ser para que a quien les sean útiles las puedan aprovechar, una nueva etapa de mi modesta e incipiente vida nómade empieza, no me siento triste, mas bien agradecido, a la calidez que un lugar de mediocre construcción pudo brindarme, un lugar que me permitió reposar y crear, un lugar que en algunos días mas dejare atrás.
Esto mas que una reflexión es un pequeño y modesto réquiem para algo que mas que un departamento es templo y castillo, una nueva puerta se abre, no se que hay del otro lado, pero estoy ansioso por descubrirlo.
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