Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

jueves, 26 de octubre de 2006

Anarquía.

No frunzan el entrecejo, no es más política, para eso están todos los demás medios escritos y audiovisuales, esto es mas sencillo, mas personal, algo que a veces sentimos, en algún momento de la vida pero que no nos hemos tomado la molestia de definir.

Hay más de una definición de anarquía, y quizás alguna se aplique a esa sensación que de vez en cuando podríamos llegar a sentir, no somos países, eso desde ya, no somos instituciones, aunque eso con un poquito de ganas, que hoy no tengo, da para una buena discusión, somos personas.

El concepto de anarquía a nivel personal podría tomarse de sus varias definiciones, pero descartaremos; acéfalos no me parece, mi frágil memoria me trae los nombres de Luís XVI y Maria Antonieta, pero en ese caso de acefalia poco se puede hacer mas que tratar de descansar en paz mas allá de lo traumático de la situación. Hablar de abolición de instituciones y jerarquías a nivel personal, no sé, salvo, comparando con un poquito de esfuerzo, que vivamos en la calle sin posesiones ni bienes y medianamente lejos de las instituciones, pero ya no seria una anarquía personal. No cabe la ausencia de orden publico si hablamos del individuo, que mas privado que un individuo en si mismo. Caos, desorden, esa me gusta a nivel individual, en definitiva todas estas vueltas eran para llegar a esta particular definición, totalmente aplicable al individuo, la verdadera anarquía personal.

En general de una u otra manera como personas estamos organizados bajo normas de convivencia, algunas sutiles otras no tanto, inculcadas por nuestros padres, nuestros maestros o por el entorno social. Como individuos, por esa continua inyección de patrones y normas de comportamiento, adquirimos líneas de conducta que nos permiten desenvolvernos mas o menos con éxito entre pares. Claro, siempre y cuando las variaciones de las condiciones del entorno, estén dentro de los parámetros de nuestro buffer personal, si esas variaciones superan la capacidad interna de acomodamiento, por decirlo de alguna manera, podemos entrar en una situación de anarquía personal.

Suena traumático, y en cierta forma lo puede llegar a ser, pero en todo caso no deja de ser una nueva experiencia y una posibilidad de aprender mas de uno mismo, de seguir creciendo, claro esta, con algún costo, ni la experiencia personal es necesariamente gratis en este mundo globalizado. Cuando el entorno se difumina, cuando los patrones de la segura rutina que nos ampara se rompen por alguna causa externa, puede ser que sobrevenga un periodo de anarquía personal, en el que el desorden, afectivo, emotivo, alimenticio, y del tipo que se les ocurra pensar, puede caer sobre nosotros, con consecuencias que mucho tendrán que ver con la capacidad de resolución y adaptación individual. De la misma manera las consecuencias de haber vivido ese tipo de situaciones dependerá del temple de cada uno, aunque a sabiendas que en cualquier momento podemos atravesar una situación de ese tipo, seria prudente estar preparado, al menos lo mejor posible, para sobrevivir con bastante integridad emocional e intelectual.

Cada uno conoce como es su vida y al menos intuye que situaciones podrían desestabilizarlo al grado de la anarquía personal, tomar conciencia de ese hecho, es una forma de estar preparado y así armar el equipo de emergencia interior, que sea capaz de hacernos sobrevivir lo mas íntegramente posible la traumática situación de anarquía que podemos llegar a padecer en algún momento o momentos de nuestra vida. Quien diría, ¿no?

1 Perplejos:

Anónimo dijo...
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