Cuidado riesgo de vida.
Que bárbaro que nadie haya tomado la precaución de señalizar como corresponde las cosas que corresponden. Uno va y viene sin precauciones y, convengamos, bastante desprevenidos, caemos en pozos, chocamos con paredes, pero siempre, o casi, la mayoría se sacude y continua, desde ya sin ningún tipo de advertencia. Quizás en algún momento el tomar conciencia del entorno nos vuelva más cuidadosos, notar por nosotros mismos donde estamos parados, para así movernos de una manera diferente.
“Cuidado, riesgo de vida” un simple consejo, recomendación, que tal vez haría que buena parte de nosotros, al ser notificados de manera tan simple, seamos capaces de aprovechar mejor la vida, claro está.
El cartel en todo caso nos advertiría sobre el riesgo de perderla, no como posibilidad de muerte concreta, al menos en este caso, si no como el riesgo de pasar por ella sin ser capaces de aprovecharla. En particular no quiero eso para mí, quiero ser plenamente conciente de cada paso que doy, para bien o para mal, con placer o displacer, pero pretendo la absoluta conciencia de cada uno de esos pasos, disfrutarlos y aprender de ellos.
Cuantos son los que al final del camino se percatan de la existencia de la vida misma y que mal, en ese postrero momento, darse cuenta de cuanto se perdió, solo por que nadie nos avisó, ya lo dijo Charly García en “Canción para mi muerte”
ES LARGA
CUANDO UNO
VAS CRUZANDO LAS FRONTERAS
SIN DARTE CUENTA AL PISAR
TOMATE DEL PASAMANOS
PORQUE ANTES DE LLEGAR
SE AFERRARON MIL ANCIANOS
PERO SE FUERON IGUAL.
Así que ahora en pleno acto de buen samaritano, les grito “Cuidado, riesgo de vida”. No la desperdicien, cada segundo gastado no se recupera, atesoren sus logros, guarden cada sonrisa, beban cada una de sus lagrimas, dulces de alegría o amargas de dolor, cada uno de esos segundos serán únicos e irrepetibles y si no somos alertados corremos el peligroso riesgo de desperdiciarlos.
así que, amigos míos, arremánguense y a trabajar, si, no desperdiciar la vida es un trabajo de tiempo completo, pero de esos que vale la pena hacer, a los ejemplos me remito si no, siempre son útiles como forma de subrayar un concepto: el primer juguete, el primer cumpleaños que recordemos, los primeros días de clases en cada etapa, el cambio de niño a hombre o mujer, el primer beso, la primera caricia sensual, el acariciar esa panza embarazada, el llanto de un hijo, el primer pañal, los demás, la despedida final de los seres queridos en su ultimo sueño, los amigos que se fueron, los que están y los que serán, vida plena en todas y cada una de las circunstancias.
¿Están dispuestos a perdérsela?, Yo, ciertamente, no.
2 Perplejos:
Publicar un comentario