Buenas costumbres.
En estos últimos años se esta imponiendo una moda, y es de esas modas en las que ciertos conocimientos son el bien a lucir, eso le da al individuo el derecho de “pertenecer”, vaya Dios a saber a que se pertenece, pero se pertenece.
Para quien como yo, el salir a comer afuera era pedir una milanesa a la napolitana con papas fritas y como bebida una jarrita de vino de la casa, nos encontramos con el serio problema de no poder participar, en ciertos niveles, de las profundas conversaciones gastronómicas. Eso hace que seamos vistos como seres extraños recién surgidos de un tarro de mayonesa, ¿como hemos cometido el pecado de desconocer el arte de la cata de vinos, o la degustación del producto de la cocina de autor, o la comida étnica?, Dios nos libre y guarde. Acto seguido seremos aislados por nuestra ignorancia en el arte del gourmet como si una supurante sífilis nos carcomiera la piel, habremos descendido varios niveles en la escala zoológica y ya no seremos humanos de elite si no simples mortales trabajadores, como si eso en definitiva fuera algún tipo de lacra social, además que en todo caso eso soy, un trabajador.
¿Alguna vez probaron frutos del bosque? Yo únicamente en un yogurt, así que díganme como demonios le encuentran a un vino un regusto a frutos del bosque si jamás probaron uno, peor aun, si no tienen una clara idea de que son los frutos del bosque, ¿una naranja que crece en un bosque no lo es acaso? Quien sabe, capaz estoy rodeado de misterios insondables que aun no descubrí en los bosques de mi tierra. ¿Alguna vez masticaron un pedazo de madera, lamieron un roble? Bien, nuestros vinos tienen parte de esos sabores, así que deduzco que para la profesión de enólogo, catador, o lo que sea que clasifique los vinos, uno debe andar por la vida masticando porquerías para poder comparar el sabor de los vinos con algo que tampoco creo que nadie haya probado, muy ilustrativo, ¿no?
Definitivamente soy un troglodita, se que los vinos caros son mas ricos, pero de ninguna manera me compraría un vino que supere el 25% de mi sueldo, que no crean que seria de los mejores claro, eso no me hace con mas alcurnia, en todo caso me hará mas pobre. Tengo las cultura y los conocimientos para hablar con casi cualquier persona sin titubeos, sin sentirme menos, pero en cuanto a la gastronomía, soy un honroso lego, y no me incomoda, en realidad no me afecta, pero convengamos que es una situación divertida por su contraste con la realidad que la mayoría vivimos. Brindo por eso.
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