Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

jueves, 15 de marzo de 2007

El niño interior.



Parado frente a una juguetería pienso, por que demonios no había estos juguetes cuando yo era chico, por que el robot a pilas inalcanzable para el magro presupuesto de mis progenitores, solo caminaba, hacia ruido y por ahí prendía un par de luces, los de ahora si uno lo llama vienen, ladran, mueven la cola, no hacen pis en cualquier lado y encima si entran a robar registran el rostro del malhechor.

El cerebro mágico, por Dios, que tecnología en las manos de un chico de ocho años, aprendí quien piso la luna por primera vez y quien sabe cuantas cosas mas, solo colocando los dos electrodos en las preguntas y respuestas, cuando era correcta, la luz se encendía, ahora, cualquier chico se sienta frente a una PC, navega por google y arma su propia bomba atómica casera para las fiestas de fin de año.

Los soldaditos de plástico defendiendo un castillo de naipes, infructuosamente, por que en mi poder estaba el cañoncito con un resorte que disparaba balitas, ahora ni quiero pensar, debe haber una pequeña bomba de neutrones que derrite los soldaditos pero deja intacto el castillo, sin siquiera mover una carta.

Los avioncitos de papel, ya que los radio controlados solo eran una utopía, ahora se los consigue a bajo costo en cualquier juguetería. Definitivamente fui niño en el momento menos adecuado, así que, para que negarlo, adoro los juguetes, aun me gusta jugar, aunque de una manera diferente, quiero creer que mas madura.

Mi niño interior esta profundamente vivo y vigente en mi, lo cuido y estimulo, lo dejo dar rienda suelta a sus lúdicas necesidades, y ciertamente lo disfruto. Será que aquel simpático empresario que acaba de despedir a toda una sección de su empresa, por reformas, llegue a su casa, se encierre en aquella habitación especial y dedique horas a jugar con su biorama y sus trenes, por que no, como dije, todos tenemos un niño interior.

Aun recuerdo una navidad en casa de mi abuela paterna, mi regalo era un planeador, enorme para mi tamaño, que volaba de verdad, mi padre lo arma, bajamos junto a mis primos a la plaza de enfrente, y lo vimos volar, digo lo vimos por que no hubo forma que lo pudiera tocar, mi tío y mi padre se divirtieron mucho, eso si, nosotros solo éramos espectadores, al menos a mi me quedaba el consuelo que alguna vez al menos lo usaría.

No es necesario retroceder tanto, con la mano en el corazón, jamás han molestado a su pareja, digamos con un pelito con el que le hacen cosquillas cuando trata de dormir, o tirándole miguitas cuando esta detraída leyendo o algo así, es una manera también de jugar, y de las mas lindas si hay amor de por medio.

Señores y señoras, aquellos que sean padres o abuelos, tíos o lo que sea, no me digan que no se han tomado su tiempo para jugar con alguno de los juguetes del pequeño que comparte algún grado de parentesco con ustedes, eso no esta mal, al contrario, si una de las cosas mas sanas que podemos hacer en esta época es dejar que nuestro niño interior juegue libremente, ahora los dejo, paro de llover y esta fantástico para dejar un barquito de papel en la calle, nos estamos viendo.

5 Perplejos:

Panflín dijo...
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Anónimo dijo...
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Mr. Magoo... dijo...
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Recursos para tu blog - Ferip - dijo...
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El Analista dijo...
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