Sincericidio.
No me digan que no, todos alguna vez nos hemos levantado de la cama, un día cualquiera, iluminados por un halo de bondad, esperanza y hombría de bien, si son hombres, claro esta. Con todo ese bagaje de sensaciones blancas y puras salimos a la calle con una nueva actitud, sintiéndonos uno solo con el cosmos, dejamos de lado las retorcidas necesidades de ocultar nuestros profundos secretos y pensamientos, sintiendo que seremos mejores personas, así que no tendremos mejor idea que ser absolutamente sinceros, cosa que aunque suene contradictorio, no es de lo mejor que podemos hacer.
A ver, no hay una dicotomía en lo que digo, la sinceridad bien usada es algo bueno, pero la convivencia hace que a veces no lo seamos del todo, mas por una cuestión de respeto que por otra cosa, no siempre será bien tomado el hecho de mirar con una sonrisa a esa compañera de trabajo de años y después del beso de rigor para el saludo, preguntarle cuando va a usar finalmente un buen enjuague bucal ya que la pasta con pesto de la noche anterior vive plena en el interior de su boca y ni las moscas desean acercarse, uno en su sano juicio, se hubiera ahorrado el comentario y le hubiera convidado, muñido de una gran sonrisa, un caramelo de menta y uranio como para sobrevivir el resto del día en su compañía.
Si, podemos estar disconformes con las condiciones de trabajo, pero jamás, por mas sinceros que seamos, podríamos decirle, al dueño de la empresa que nos alimenta, que como administrador es un buen ingeniero o medico o lo que haya abrazado originalmente como profesión, antes de hacer fortuna con la empresa que fundo y maneja, seguramente no lo tomara muy bien. No se le dice a ese señor, algo desaliñado, que nos esta pidiendo un cigarrillo en la oscura plaza, durante la placida noche, que debería buscar una profesión digna, ya que no es correcto mendigar tabaco ni acomodar navajas entre las costillas de los demás ciudadanos para pedirles su dinero.
Hay una marcada diferencia entre sinceridad y sincericidio, así que si alguna vez sienten una mística compulsión por la verdad absoluta, piénsenlo, antes de salir, conviene que pidan parte de enfermo, tomen una buena dosis de una medicación para dormir, y vuelvan a la cama a esperar que se les pase, a veces las cosas tan puras, pueden ser fatales, se los digo sinceramente.

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