Un gran hombre.
Tengo el agrado de presentarles a un gran hombre, se llama Ramón Armando; no revuelvan su mente buscando en su memoria ese nombre, no creo que les resulte conocido, pero ciertamente es un gran hombre.
Nació hace sesenta y nueve años, en Posadas, provincia de Misiones, Argentina, el mayor de seis hermanos, vivió una infancia en la que las cosas materiales escaseaban, pero la tierra que lo vio nacer se fue metiendo muy adentro cuando la recorría con sus ojos de niño, una infancia con privaciones, las que sin embargo le fueron dando la imaginación de hacer sus propios juguetes e ir acuñando una idea que mas tarde haría efectiva, recuerdos de sabores y aromas, de grandes peces en el Paraná, fueron retazos de vida de las cuales jamás se desprendió. Aun niño siguiendo los pasos de sus mayores, buscando un mejor presente, se encaminan a la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Magdalena lo recibe por un tiempo, hasta que finalmente se radican en la ciudad de Ensenada.
En algún momento de ese ir y venir, su padre se aleja, quedando su madre y sus hermanos en la mencionada ciudad, con una situación paupérrima que lo hacia sobrellevar sus privaciones y redondear el objetivo de su futuro, un futuro sin grandes ambiciones, pero futuro al fin que construiría con un día a día de trabajo intenso.
Aquiles tenía como punto débil su talón, en este hombre fue su punto fuerte, un clavo se incrustó en él en plena adolescencia, contaminándolo con el temible Tétanos, pero aun estaba demasiado lejana su hora, sus objetivos no estaban cumplidos, así que de alguna manera sobrevivió, siendo de los pocos que fueron capaces de superar semejante trance.
Empezó a trabajar muy joven, y hasta su retiro no dejo de hacerlo de manera incansable, la única forma que conocía de ser alguien por si mismo y ciertamente lo consiguió.
Disfrutó su soltería y a los veinticinco años, habiendo conocido el amor, une su vida a una mujer que supo estar a su altura en cuanto a empeño y fortaleza, peleo junto a el para mejorar y lo consiguieron, dos años después nacería su primer y único hijo, Yo.
Sus modestas ambiciones fueron el superar las privaciones que había vivido casi toda su existencia, con dos trabajos que le consumían la mayor parte del tiempo, logro ir dándole forma a sus sueños. Con sus manos construyo su casa, y fue logrando un cómodo bienestar, si bien no hablamos de una fortuna, era lo suficiente como para disfrutar de sus logros, conciente que no haría que su hijo pasara por lo mismo que él había debido vivir, solo un hijo, para que este no se viera envuelto en incomodidades.
Si bien sus trabajos lo alejaron un poco de este, su carácter y presencia no dejaron de ser modelo, su autoridad sin violencia fue más efectiva que cualquier castigo que podría haber utilizado, la fuerza de su ejemplo fue un camino a seguir.
No inventó una vacuna, no descubrió una cura maravillosa, una constelación ignota ni un territorio perdido, pero es un gran hombre, lo es por que supo superarse, por que su integridad lo acompaña aun hoy, por que sin hacer olas, sin pedir ni mucho menos rogar, se gano cada segundo de la tranquilidad que hoy puede disfrutar. Construyó su carácter con esfuerzo y voluntad y se convirtió en una persona respetable desde el principio, como antes dije, un ejemplo.
Quizás yo no sea lo que el interiormente hayas esperado, pero soy yo mismo, de él herede la integridad, la honestidad, ese lacónico expresarse con palabras, esa manera silenciosa de preocuparse por quien se ama, esa capacidad de hacerse cargo de las cosas sin transmitirle la carga a los demás, el respeto a las obligaciones, al trabajo. Quizás pensemos en algunas cosas de manera diferente, quizás no estemos de acuerdo pero diferentes fueron nuestras vivencias y experiencias; lo mas importante, lo que hace a un ser humano una buena persona, creo haberlo heredado de manera precisa y créanme que me siento por demás orgulloso de eso.
Si, como ya se han dado cuenta hace rato, hablo de mi padre, que no dude nadie, es un gran hombre. No sabría decirle con palabras cuanto lo amo, hoy por hoy, mas allá de lo que cada uno haya hecho en la vida, él es lo único que tengo. Siempre dije que la familia no se elije, es lo que nos toca en suerte, yo tuve mucha, si de alguna manera existiera la posibilidad de elegir un padre lo volvería a elegir a él, aunque no nos pongamos de acuerdo en cosas, la impronta que dejo en mi ser, más lo que yo mismo construí con mi experiencia, me hace estar mas que orgulloso de llevar su apellido, de tener su sangre, de ser su hijo.
Cuantas cosas se piensan cuando ya es tarde para decirlas, yo disfruto de la excelente salud de quien me dio la vida, y así, ahora, sin que medie una fecha representativa de nada, en la única forma que se expresarme quiero rendirle un homenaje, quiero que quienes me leen lo conozcan, sepan que existe, por que se lo ha ganado, esta es una forma también de expresar el amor que siento, ya que no sabría decirlo en palabras, y por que si supiera hacerlo, verían lagrimear abiertamente a dos hombres adultos, si, también herede su sensibilidad.
18 Perplejos:
Publicar un comentario