Agonía.
¿Qué, si no la vida misma, es la máxima expresión de la agonía?.
Si ya se, se deprimió, estarán pensando ustedes, pero no, al contrario, estoy mejor que nunca y es por eso que, estimulado por mi buen sentir, rindo un homenaje a la agonía.
Imagino uno que otro ceño fruncido, si es que la lectura de este humilde texto tiene cierto grado de influencia en su pensar, pero ya me iran entendiendo y es probable que hasta compartan mi pequeño homenaje.
El mismo nacimiento es uno de los eventos que mas representaran, casi como una metáfora del futuro de la persona que respira su primer aliento, el concepto que gira en torno a
Cada paso de nuestro crecimiento estará matizado por innumerables situaciones de las que sacaremos sendas marcas internas, aprendizajes, que iran dando la forma a lo que seremos en nuestra adultez, agónicas etapas, que nos darán la esencia de nuestro Ser.
En lo que a mi me compete, en algún momento de mi propio desarrollo aprendí a perderle el miedo a las palabras, a los conceptos, como parte de ese mismo crecimiento que antes he mencionado, quizás por eso es que ahora hablo con entera libertad de la agonía, algo que a muchos les traerá algún oscuro recuerdo o alguna imagen no feliz, vivida o imaginada. Descubrí que las palabras además de permitirme hacer saber lo que siento, lo que deseo, lo que necesito, me han permitido jugar con ellas, casi como si fueran mis grandes amigas, ellas son astutas y muchas veces sonríen burlonas ante lo que producen en quienes las reciben.
Agonía dentro del marco de las sensaciones o experiencias propias del crecimiento, el madurar, y en el contexto de lo que es en si misma;una palábra. Alejandro Dolina no me deja ser enteramente autodidacta, al menos en lo que al leit motiv de este ensayo se refiere, él me ha presentado esta palabra, me llevo a su raíz, y a partir de ahí salio esta serie de disquisiciones, seguramente, erróneas en su contenido.
Me encanto agonía como término, más que en el contexto que se lo puede asociar ahora, para alejarlo de alguna manera de la común y triste relación que genera automáticamente en quien la lee o escucha.
La palabra "Agonía" viene del griego αγον (Agon - Lucha), y ajustada a este concepto primigenio, es como mas me ha gustado utilizarla, el nacimiento es lucha, la lucha por vivir, el crecimiento es, en cierta forma, una continuación de aquella lucha inicial. Si, agonía es también la clásica visión que primero nos nace ante ella, que es la lucha contra la muerte, principal imagen a la que irremediablemente asociaremos este noble vocablo, al que me he permitido desencasillarlo del clásico y opresivo contexto en el que normalmente se lo ha de mencionar.
Seguramente esto no sea mas que un cúmulo de errores de concepto concatenados, si es así no me incomodará el que me lo hagan saber, como sea, ha sido muy grato dejarse llevar por las ideas que han surgido en torno a esta especial palabra.

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