Instintos.

La escala zoológica humana es muy compleja, por eso la suelen llamar escala social, aunque yo considero que hay verdaderos animales dando vuelta por eso la llamo zoológica. Con la evolución humana muchos de los rasgos instintivos que representaban jerarquía han ido diluyéndose en el contexto de “las buenas” costumbres o de los roles sociales. Pero el instinto siempre esta presente y cuando emerge suele causar algunos dolores de cabeza dependiendo de las circunstancias.

Muchas veces esos instintos que todos llevamos, son enmarcados y acotados por la educación recibida, mas adelante el propio criterio, la óptica de la vida que hayamos adquirido, terminaran de domesticarlos, otras veces esa misma educación, el entorno y nuevamente el criterio, podrán exacerbarlos. Así tendremos diferentes ejemplares humanos en esta escala zoológica, y la fortuna, el destino o las elecciones personales nos harán disfrutarlos, alejarlos, contenerlos o padecerlos según el espécimen en cuestión.

Con el agrupamiento humano en grandes ciudades muchas de esas cosas han cambiado o enmascarado o tomado nuevas formas de expresión, entre dos propiedades familiares ahora se acostumbra un muro de mampostería o alambrado que las separa, no veremos a los vecinos haciendo pis en el limite correspondiente a fin de marcar el territorio, admito que seria interesante. ¿Alguna vez escucharon hablar de individuos alfa, macho o hembra? Es una característica de los mamíferos, un nivel de organización jerárquica propia de este tipo de animales; por cierto, nosotros somos mamíferos y por ende no escapamos a esa ley no escrita. El escalafonamiento de la tradicional manera netamente animal es mas común en la adolescencia, después, el adulto, se vale de la capacitación, la cultura y/o el dinero, como elementos de jerarquía en la sociedad humana.

Ahora bien, las ciencias sociales correspondientes ya han estudiado este fenómeno que me he atrevido a invadir de manera tan superficial, la razón de este atrevimiento es el tener que desenvolverme en diferentes ámbitos, con miembros de las diferentes escalas de la organización humana y haber podido observar, al tener que cumplir muchas veces el rol, justamente de “observador”, las reacciones de los individuos en su interacción. Es muy interesante descubrir, en los acalorados diálogos entre hombres, como el alfa instintivo influye sobre el alfa social, el instinto es fuerte y aunque racionalmente lo controlemos, a veces se nos escapa involuntariamente de las manos y nos recuerda que seguimos siendo los mismos animales de siempre, a lo mejor mas sofisticados, pero animales al fin. Ni se a que vino toda esta perorata, pero bueno, ya está.