En las entrañas de un partido político en elecciones.

El pensar en trabajar el día de las elecciones en la sede de un partido político lleva a uno a tomar unas pequeñas precauciones, acercarse a pie a fin de que nada le pase al vehiculo que nos transporta a diario en medio de la entusiasta multitud es una, así que el marido de una compañera de trabajo, también reclutada para la carga de datos de los comicios en una de las parcialidades, me paso a buscar al filo de las seis de la tarde, hora en la que se tenia previsto, históricamente, el cierre de las puertas de las escuelas habilitadas para sufragar. Así, comentando las dificultades que los tres habíamos vivido para cumplir una obligación y un derecho, simultáneos, casi nos pasamos de largo la casa que albergaba la sede platense del partido en cuestión ya que inconscientemente esperábamos una pequeña reunión popular. Nos recibe el cuidador de la mencionada casa que departía amistosamente con alguien, y después de los saludos formales nos dirigimos al centro de cómputos ad hoc.

Nos presentamos a las otras dos chicas con las que compartiríamos el trabajo y nuevamente, los seis miembros del equipo, nos disponemos a tomar mate mientras llegan las planillas de las primeras mesas...

El comício se extendió de manera anunciada una hora mas, por lo que con unas cómodas sillas nos desplazamos a un patio y formamos un improvisado fogón matero charlando de bueyes perdidos, tenia que meter el bocadillo. De a ratos algunas personas, aisladas, muy pocas por cierto, se asomaban y nos saludaban, estas me dejaron pensando la cantidad de personas que habían estudiado conmigo y que no recordaba ya que todos me llamaban compañero, cuando estaba por preguntar en que años compartimos aula, el codazo salvador de una de las chicas me recordó que estábamos en una de las líneas del atomizado partido justicialista, para quienes, todos sus miembros son "compañeros".

A las nueve de las noche me despierta sobresaltado la braza del cigarrillo al quemarme el dedo, rescatándome de una pesadilla en la que estaba trabajando en el centro de cómputos de un partido político y nadie había venido, pero no, no era una pesadilla, de las 1200 mesas a contabilizar aun no poseíamos datos de ninguna, y en la radio hasta daban al ganador, bueno, no había que inquietarse, si solo teníamos hambre.

En la puerta del lugar, luego de intentar asaltar infructuosamente a un repartidor de pizzas nos dimos cuenta que el silencio era demasiado, la cantidad de gente inexistente y el lugar bastante oscuro, así que nos volvimos al fogoncito sin fuego. Alrededor de las diez llego un autoritario señor que dio ordenes telefónicas ya que las que intentó darnos a nosotros no encontraron eco, mas allá de una malísima expresión que habida cuenta mi tamaño no dejo lugar a insistencias, a partir de ahí llega la primer planilla. Luego de una ceremonia indígena alrededor de la misma a fin de convocar a sus hermanas la cargamos, al finalizar, unas milagrosas empanadas y un vaso de cerveza paliaron nuestras más básicas necesidades, que placer. Promediando la segunda botella de cerveza y habiendo olvidado completamente para que estaba ahí, con la fresca sensación de la cerveza adormilandome, comienza la llegada de la demás información, a las doce de la noche habíamos cargado apenas 17 planillas y éramos concientes que la noche seria larga, por un lado por la demora en la llegada de estas por parte de los fiscales y por el otro por que estos señores hacían un malísimo trabajo, sugerencia, que las próximas elecciones los fiscales que elijan sepan al menos sumar, menos mal que no fueron todos así, apenas el ochenta por ciento.

Los fiscales de mesa, “las” para ser enteramente justo, que realizaron el mejor trabajo y el mas prolijo, fueron convocadas sobre al promesa de un pago, el cual nos exigían a nosotros que también estábamos en las mismas condiciones, el mió lo recibí, de corazón espero que ellas hayan recibido, tambien, el suyo, ya que llegaron alrededor de las dos de la mañana después de una eterna y mas que difícil jornada.

Para ir redondeando, la carga de datos fue bastante amena por que algunas inconsistencias y errores de cálculo eran tan gruesos que causaban gracia, con el condimento de nuestras propias opiniones al respecto, claro esta.

Como conclusión diré que habida cuenta que la mayoría de las planillas estaban mal confeccionadas, algunas solo tenían los datos del partido en cuestión, solo hicimos un recuento de votos sobre la tercera parte de las mesas escrutadas, ya que esa es la cantidad que los fiscales nos hicieron llegar, por la ausencia de datos antes mencionada todo valor estadístico y de proyecciones, a quien demonios les interesaban las proyecciones a las cuatro de la mañana, no se podían hacer, así que nos limitamos a un mero recuento de sufragios.

Poco mas de las cuatro de la mañana, imprimimos los resultados y levantamos los equipos, a punto de finalizar la persona que cuidaba la casa dio señales de vida, con lo que nos liberamos de una tarea que pensaba mas interesante y que resulto decepcionante, quien sabe como haya sido en la base de aquellos que han ganado, para nosotros la imagen fue bastante triste y un tanto mediocre, hay gente muy preparada, pero los que colaboran, no todos claro esta, están muy por debajo de la altura que la elección de un gobierno merece. Lamento no haberles dado algo mas divertido o jugoso, pero tuve que hacer milagros para encontrar que escribir hasta acá, veré de que me toque el partido ganador para las próximas elecciones a ver si me entero como son los entretelones de la política, por que donde estuve, ni entretelones ni bambalinas, solo la soledad.