Exposición publica consentida.
Cuando tenia unos 16 años en un acto de arrojo sin precedentes me anote en el coro de la escuela secundaria, fue un acto de arrojo habida cuenta que cantando en el baño mas de una vez estuve a punto de ser desheredado, de hecho el profesor decidió tomarme como un desafió ya que le erré a la mitad de las notas de la prueba que me hizo. Lo cierto es que mal no me fue, acostumbre al fin mi oído y me fue muy bien, viví uno de los momentos de mi vida que atesoro con mas cariño, ese ha sido mi primer acercamiento a una forma de hacer arte, y mi primera forma de exposición publica por mi inquietud.
Pasaron 24 años para que de alguna manera manifestara otra forma de arte, pero esta vez de manera enteramente autodidacta, aunque lleno de influencias, años de lectura continua me empujaron, despacito, a animarme a escribir yo mismo.
El ensayo es el género literario que, conciente o inconcientemente, desarrollamos, los que adoptamos Internet como el peldaño para comunicarle, a aquellos que deseen leerlos, nuestros puntos de vista personales sobre lo que sea. Si bien es algo así como el familiar pobre de la literatura, no deja de ser una forma de expresión y hecho con dedicación, una forma interesante y entretenida de comunicación.
Quienes de alguna manera dan sus primeros pasos en la pluma, mas allá del objetivo final pretendido, comienzan, en general, a escribir sobre cosas que están profundamente arraigadas en si mismos, eso hace que sea un poco mas ágil para hacerlo, pero a la vez, es una forma de exponer cosas de cada uno que quizás de otra manera no lo harían de manera volitiva. Es así que podemos sorprendernos al darnos cuenta que personas que quizás jamás hemos visto conocen rasgos de nuestra personalidad o fantasmas de nuestro pasado que le están vedados a familiares y amigos que no paseen sus ojos por nuestros escritos.
A menos que se dediquen a la poesía o a otro tipo de prosas, los que escriben ensayos, participan de una forma de exposición publica consentida, es muy difícil escapar a ella, pero quien sabe, será difícil escaparle pero nadie dijo que ha de ser perjudicial, volver sobre nuestros propios escritos mucho tiempo después de haberlos publicado nos da una perspectiva absolutamente diferente de nuestro Yo, quizás comparable a los que siguen un diario personal.
¿Lo habían pensado?
16 Perplejos:
Publicar un comentario