En defensa de...
Ayer les había propuesto un seguimiento de la crisis de los 40, pero como evidentemente estoy pasando un proceso de anarquía mental y habida cuenta que el próximo fin de semana de reflexión esta aun alejado me veo en la obligación de abordar otro tema.
Tema escabroso para compartir en un blog de dominio publico, eso en el supuesto caso que alguien mas que yo lo lea, claro esta, como sea, entre adultos y teniendo en cuenta lo que anduve leyendo en otros blogs soy algo así como un bebe de pecho idiomático, razón por la cual me permitiré una licencia en la redacción y sobre todo en los términos que usare, no por la vulgarización en si misma si no por el impacto que implica decir algunas cosas por su nombre común.
Cuantos tabúes se nos inculcaban o no, en nuestra adolescencia hace unos veintiséis años atrás, cuando aun, la sexualidad no era un tema que se hablara mas que entre pares, y eso con un sinnúmero de desconocimientos, el Dr. Kinsey, los Dres Masters y Johonson trabajaban científicamente para desmitificar muchos de los tabúes que se arrastraban de generaciones anteriores, la aparición de publicaciones que trataban esos temas y la inquietud de algunos progenitores, nos permitieron a ciertos afortunados crecer sin los tabúes antes mencionados.
La paja, como vulgarmente se denomina a la masturbación, era uno de esos temas tabúes, rodeado de prejuicios que ponían un anatema de anormalidad en los que
Una forma natural de aliviar la carga sexual, tan constante en un joven, de ninguna manera podía llegar a ser considerada como un acto inmoral y mucho menos anormal, las religiones y las autoridades, no ayudaban mucho, aun ahora muchas veces no lo hacen, para darle el lugar que le corresponde a una practica sexual que bien puede ser en solitario o compartida.
Esa es mi reivindicación de hoy, cuando el sexo por el sexo mismo no es satisfactorio, cuando la evolución de una persona lleva a considerar el acto sexual como una situación especial entre dos individuos, que no necesariamente busque resolver una necesidad física, muchas veces la masturbación es una salida heroica y satisfactoria. En la juventud franca, cuando las actividades sexuales comienzan, nada esta vedado, uno crece en la experiencia, vive y comparte su piel, goza y hace gozar, quizás como rasgo de madurez, o quizás por la razón que mas les guste pensar, el paso del tiempo le da otro sabor a la relación sexual en si misma, cuando uno busca algo mas que un lugar para penetrar, cuando no solo goza la piel, busca la sensualidad por encima del aspecto, la creatividad por sobre la facilidad, el sentimiento que ensalce la sensación sublime de perderse en éxtasis en el cuerpo de otro.
Es así que si las condiciones no se dan, el sexo por el sexo en si mismo, esta lejos de dar satisfacciones y es ahí, cuando la practica en solitario, preserva la psiquis y brinda el marco de las mejores fantasías, casi seguro con la persona que llevamos en el corazón, como sea, no me considero una persona pacata, mas bien carezco casi de tabúes y considero al sexo cuasi un arte para compartir, pero la vida, la experiencia, me hace sentir que la forma de vivirlo ha ido, quizás, evolucionando conmigo como otras cosas de mi personalidad, puede o no compartirse mi punto de vista, pero lo seguro, es que cada uno vivirá su sexualidad como la sienta, y alguna vez, en la soledad, en al intimidad, no se podrá evitar el monologo auto satisfactorio, en el marco de la mas compleja fantasía o en el mejor de los recuerdos.
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