Composición tema, “La Vaca”.
Pobres rumiantes bonachones, además de masticárnoslos a conciencia en nuestras comidas, tomarnos el alimento de sus crías, los usamos como inspiración para las primeras frases hilvanadas que haremos en los albores de nuestra educación. Quiero creer que un Borges o un Sabato han pasado en su momento por esta experiencia, aunque dudo ciertamente que les haya cambiado la vida volcándolos a las letras a tan temprana edad.
Cuando me sumí en este paroxismo de las reflexiones, con las que los aburro sistemáticamente, tuve en mente aquella primigenia tarea escolar que juro que no sirvió para que me anime a esto que hago ahora, era demasiado chico, aunque creo que mas conciente ya que no me hubiera atrevido a publicarla. Claro esta que no conocía los beneficios de la reflexión, y desde ya, el conservarla para su consulta, mucho menos el compartirla para que a quien le sirva
Así que a pesar de todo, a pesar de mi mismo, acá estoy, ocupando un poco de ciberespacio con ideas más o menos digeridas, que en el peor de los casos los aburrirán, en el mejor, les pueden servir.
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