¿Tuyo?
Miradas furtivas en el comienzo, tímidas sonrisas, un acercamiento, perderse en la belleza de un rostro, la profundidad de una mirada, la magia de una sonrisa, encontrarse con anhelos y deseos, querer tenerla cerca, solo por estar con ella. Así empezamos, más o menos parecido siempre empezamos así, medio en un sueño, medio en una utopía, una pizca de idealización, pero despacito, con el corazón abierto nos vamos entregando.
Caminatas de la mano, besos furtivos, infinitas y variadas expresiones de cariño, que quizás se vayan convirtiendo en amor con el tiempo, lo viviremos., lo disfrutaremos, pero…
Que bárbara es la vida que nos llena de matices, la cosa mas fea, la cosa mas hermosa, quizás la mas pura siempre tiene un pero, sabios los chinos con su ying y su yang, si son cuasi omnipresentes. La vida esta signada de peros, y el amor no es ninguna excepción, cada uno esta dispuesto a dar y recibir lo que puede, esta dispuesto a ceder quizás por que dos personas por mas que se amen no son iguales y deben, dentro de lo razonable, complementarse, pero, pero, pero…
Se puede ser dueño de muchas cosas, pero no de una persona, mucho menos de quien se ama, se lo puede querer, se lo puede cuidar, pero no se lo ahoga, no se lo limita como ser humano, nadie es dueño de nadie, cuando se acepta un compañero de vida, en el se encuentra un amigo, un amante, quizás un refugio, muchas cosas en un todo, pero jamás una propiedad, si somos incapaces de tener confianza en los sentimientos con los que nuestra pareja nos honra, y necesitamos saber que hace, que no hace, donde esta y por que, algo esta mal en nosotros, algo que no nos dejara vivir con plenitud el mas hermoso de los sentimientos, algo que nos enjaulara a nosotros mismos en una prisión de dudas y celos y a nuestra pareja en un ahogo continuo por las preguntas y enojos, en general sin fundamentos, que los celos implican.
El amor es algo sublime como para bastardearlo con apremios, se lo debe vivir a pleno, disfrutar íntegramente y si de alguna manera llega a su fin, antes de montar en cólera, revivir los buenos momentos, pensar que se amo o se ama a esa persona, que razón tiene odiarla por no sentir lo mismo, todos y cada uno merecemos ser respetados, y darle la importancia y el lugar que le corresponde a nuestros afectos es la mejor manera de hacerlo, mas allá de la situación que el momento nos haga vivir.
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