Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

martes, 30 de enero de 2007

Legado.


No soy un hombre rico en bienes materiales, mas bien diría que vivo al día por elección, he tenido mucho dinero y he sabido aprovecharlo, quizás no acopiando cosas sólidas, sólidas en cuanto a lo tangible, no tengo casa propia, no tengo un gran auto, apenas una vieja moto, pero tengo la cabeza y el alma llena de imágenes y experiencias, he caminado las calles de mi Ensenada natal en la provincia de Buenos Aires, he tomado chocolate caliente y sumamente espeso en la Plaza Mayor de Madrid, he comido bocadillos en el Escorial, oliendo el tiempo, mi espalda se apoyo en los ladrillos de una torre del año 1300 en algún pueblo perdido de Holanda, cruce y me detuve sobre puentes en Ámsterdam, me asome a la puerta de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, deje que los copos de nieve se apoyaran en mi una fría noche en Utrecht, desayune café con leche y croissant en Francia, despedí a una nueva amiga en Bruselas, me emborrache varias veces en la calida noche de la isla de Santa Catarina en Brasil, volví a desayunar en Montevideo, ví las coloniales construcciones de Colonia, Uruguay. Ley muchos libros, aprendí mucho de ellos, conozco como comer con todos los cubiertos, y como utilizar todas las copas, pero me he manchado a conciencia con un sándwich de chorizo en Buenos Aires. Probé manjares en una embajada y comí insectos y palomas haciendo supervivencia en medio de un monte, volé, navegue, camine y anduve en vehículos de tierra, hice un poco de todo, aprendí un poco de todo.

Las tribus indígenas de todos los continentes delegaban la educación principal en sus mayores, ahora tenemos colegios y universidades, pero ninguno de ellos enseñan a ser persona, nos dan grandes conocimientos, pero la calle, la vida, nos dan aquellos con los que seremos capaces de sobrevivir, la educación académica los que nos servirán para progresar, esa experiencia de vida y mundo, esos conocimientos de cómo ser persona, buena persona, son mi legado.

Si algún día la vida me regala un hijo, este crecerá aprendiendo cosas de la vida, sentado a mi lado sabrá usar una computadora hábilmente, pero sabrá descubrir entre las paginas de un libro las mejores imágenes, aquellas que ni un software ni un programa de televisión serán capaces de darle, aprenderá que las palabras mueven montañas y abren corazones, ira conociendo despacito que los pueblos están formados por personas y que estas sin importar su edad se equivocan, crecerá mirando adelante pero sin olvidar lo que va quedando atrás, sabrá muy a conciencia que vivir y disfrutar el hoy es importante, que mañana ya vendrá, sin dejar de prevenir lo lógico pero sin obsesionarse, y que el pasado no se puede cambiar, si no aprender de el, le contare que se sentirá seguramente incomodo y en desacuerdo conmigo en muchas cosas al llegar a su adolescencia pero que antes de tomar grandes decisiones piense que todos creímos saber mas que nadie en esa época, así que tratare que la humildad de saber escuchar sea una de sus armas. Se enojara mil veces al no ver consentidos sus caprichos, pero sabrá también que la vida es un algo lleno de limites, y eso limites se maman de pequeño, que el tiempo apremia para todos no sólo para él, que nádie esta a disposición de nádie totalmente, aprenderá a esperar, crecerá.

Si algún día la vida me regala un hijo, este crecerá aprendiendo cosas de la vida, ese será mi mejor legado.

2 Perplejos:

Mireya dijo...
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Anónimo dijo...
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