Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

jueves, 25 de enero de 2007

Derrota.


Nadie podría recordar ya cuando fue la primera vez, con el paso de los años y la sistemática repetición uno se acostumbra, se pierde el asombro, nada mas sorprende, la lucha cotidiana, el saberse vencedor da una cierta impunidad peligrosa, pero inconciente, quien sabe el por que de esas reflexiones ahora, ante un nuevo episodio de la diaria rutina de sobrevivir.

Indiferente espera la llegada de la victima, la lucha es siempre desigual, por eso la definición de victima, hasta indefensa seria correcto, y que importa, si al cabo es la ley de la vida, unos pierden otros ganan, unos viven, otros desaparecen, jamás las medias tintas, jamás el empate o la derrota, jamás.

La mujer le avisa, con aire preocupado, que el escenario esta listo, que su contrincante lo espera. ¿Tenía verdaderamente un gesto de preocupación en sus ojos?, quizás tantas reflexiones previas a la contienda le estén jugando una mala pasada, jamás que él recuerde, antes de enfrentarse, se había puesto a pensar de esta manera, ni siquiera en sus primeros intentos, tan pequeño, un sudor frío le cruza la espalda pero desaparece inmediatamente, ¿nervioso?, es tan ilógico que sonríe.

Sopesando el cuchillo, que raras veces ha necesitado, se acomoda a esperar, el momento se acerca y como antes, como siempre, su mente se despega pensando en cosas más apremiantes, deudas y compromisos que verdaderamente requieren su atención. Se abre la puerta del lugar, y no puede evitar el gesto de asombro y la puntada incomoda en el estomago, es enorme, tres veces lo que ha visto siempre, demasiado.

Se revuelve incomodo en su lugar, siente como le cae la ficha de sus reflexiones, ¿habrá estado presintiendo?, quien sabe, de todas maneras es tarde, están frente a frente. Sin un gesto ostensible cae sobre él cuchillo en mano, ya sin la indiferencia habitual, lo hiere, lo ataca, siente que de nuevo recupera la confianza.

Al final del primer round su confianza enflaquece, se comienza a desmoronar su seguridad, solo una vez llego al segundo round saliendo victorioso, pero esta vez es distinto, sabe que no lo acabara en esta instancia, y no cree soportar una tercera, no estaba preparado, jamás lo había vivido así, nunca.

Al final del segundo termino desfallece, y lejos esta de triunfar, respirando con mucha dificultad sabe que no será capaz de recuperarse, que no podrá acabarlo, no sabe de derrotas, alguna vez se ha sentido mal, pero esta vez es peor, la conciencia de su propio fin no lo avergüenza, estoicamente se resigna, siempre ha sabido que podía pasar, sabe que nadie ha podido escapar de ese destino. Agotado, respirando con dificultad, con profundas nauseas y una fuerte opresión en el pecho, cierra los ojos entregándose, derrotado.

Supo después que a duras penas logro pasar ese trance, supo también que su amigo, debió completar la faena y que tampoco le fue fácil, pero él si finalmente lo acabó, quien diría, había parecido mas caro de lo común, pero nunca habían visto un sándwich de milanesa completo tan grande, apenas pudieron comerlo entre los dos.

2 Perplejos:

Mireya dijo...
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Anónimo dijo...
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