Guía del hogar para el hombre solo (continuación).

La conservación de las prendas de vestir del hombre solo tienen una importancia fundamental, por un lado la necesidad de poder ir a trabajar dignamente sin que los demás transeúntes nos den monedas, por el estado de la misma, mientras esperamos para cruzar la calle, si eso ocurriera estamos en el momento de un serio replanteo de la moda propia, por otro lado la posibilidad de encontrarnos con una dama que nos interese y estar medianamente presentables para que no huya despavorida. Los siguientes serán unos breves títulos que encuadran ítems importantes sobre el punto en cuestión.

La tienda de ropa, ese lugar desconocido: en general son recintos amplios que se caracterizan por estar llenos de prendas de vestir de diferente calidad, nuestra tarea se limitara a, cuando se acerque un/a vendedor/a, a pedirle la prenda que necesitamos. Los empleados se empeñaran en hacer preguntas extrañas, como el talle que pretendemos, no se inquieten, digan simplemente “como para mi”, eso parece ser bastante claro aunque frunce entrecejos y endurece sonrisas vendedoras. Si le preguntan el color de la ropa que desea, conténgase de decir “cualquiera” un saco color banana no esta a la moda y atrae miradas divertidas. Ármese de paciencia y elija un color no llamativo, tome la prenda, pague y retírese satisfecho.

Vuelva a cambiar la prenda por un talle más grande y que ellos se encarguen de empacarla de nuevo ya que es imposible por uno mismo.

Anote en un papel el talle la tercera vez que repite el cambio así no debe reincidir las visitas cada vez que adquiere una nueva vestimenta.

La siguiente vez procure guardar el papel con el talle. Talle es ese numerito o configuraron de letras que le irrita el cuello y que rápidamente cortamos para que no moleste.

Un detalle, los calzoncillos no son prendas estaciónales que crecen en los árboles de navidad, también debemos adquirirlas cuando los agujeros no permitan definir cuales son los usados para pasar las piernas, lo mismo es valido para las medias.

El lavado de la ropa, una aventura semanal: si su presupuesto se lo permite diríjase a un local de lavado de ropa con servicio de valet, solo vuelva a recoger sus prendas a la hora convenida y pague, es muy sencillo.

Si su capital es mas magro y tiene un lavarropas no automático (dos programas, prendido y apagado) le llevara un par de meses dominar el arte del lavado. Recuerde que no es automático, debe cerrar la canilla para que no cargue mas agua de la necesaria, el motor es eléctrico y no funciona bien inundado, lo se por experiencia, si pasa eso, llame a un electricista, no repare usted mismo la instalación eléctrica, si lo hace, tenga a mano el numero de teléfono de los bomberos de la zona.

Ponga el jabón en polvo y déle arranque al electrodoméstico, no se vaya de pesca, esos motores no duran 36 horas de marcha continua. Si se quedo esperando el lavado no desespere, repita la operación anterior un par de veces para el enjuague, pero sin el jabón.

Compre ropa del mismo color, así esta será homogénea y no como le ha quedado, toda con manchas del mismo color en distintos degrades, vuelva a la tienda y renueve el guardarropas, la moda sesentista no queda bien.

Junte unos pesos y vaya al local de lavado automático con servicio de valet, es mas económico que un nuevo guardarropas.

La plancha no es nuestra enemiga: la plancha es un pequeño electrodoméstico que funciona a base de calor y su propio peso. No debe calentarlo en la hornalla, para eso esta ese cable en la parte posterior, enchufado en un tomacorriente, el aparatito genera su propio calor.

Abra las ventanas para ventilar el olor a quemado y despejar el humo, coloque la plancha sobre su canto posterior y no la deje sobra la parte metálica, tire la camisa que se acaba de quemar y ahora si, intente alisar las arrugas deslizando la parte metálica mencionada sobre la prenda cuidando no volver a incendiarla. Trate de que el cuello de las camisas estén doblados en su posición natural, caso contrario será imposible usarlas.

Averigüe si en el local de lavado automático el servicio de valet incluye planchado.

Estos pequeños consejos hacen a el buen vivir del hombre solo, se suman a los ya expuestos y serán completados en breve con fundamentales puntos que no pueden dejarse de lado, ojala les sea de utilidad.