Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

martes, 25 de marzo de 2008

Halcones y Perdices. (viernes 28 de julio de 2006)



La psicología como ciencia es algo relativamente reciente, nacimos y crecimos en contacto con ella, los medios nos empapan de ella, aunque no hagamos terapia, de su existencia, pero no es algo nuevo, si bien no metódica y científica, siempre acompaño las actividades de los hombres. Schopenhauer filósofo alemán describe que la personalidad depende de la relación entre dos rasgos que dependen del temperamento uno es la energía vital y el otro la capacidad o sensibilidad de sentir dolor, si la sensibilidad predomina será una persona inteligente, melancólica y si predomina la energía los considera fuertes de espíritu o persona torpe que tiende al aburrimiento si no esta activo y realiza continuamente actividades vinculadas con el movimiento. Nietzsche, Jung y hasta Milton tomaron caminos similares, dentro de la concepción moderna de la psicología para definir las personalidades, bien, a esta altura se preguntaran, claro, si me están leyendo, ¿a qué demonios quiero llegar?, bueno, yo también, pero como tenia banda ancha disponible podía buscar referentes serios.

Mas allá de las bromas y la mención de estos estudiosos de la mente o literatos sensibles, la gente por naturaleza clasifica interna e inconcientemente en muchos casos, la personalidad de quienes los rodean, quizás en grupos, quizás con títulos personalizados, hoy haciendo una cierta remembranza de las tribus indígenas de las americas haré algo similar y ciertamente muy personal. Un indio de nuestra argentina, de nuestras pampas, admirando la prestancia y el valor de alguno de sus enemigos, hubiera quizás expresado, “huinca mucho toro”, para uno de las pampas norteamericanas, un congénere particularmente hábil, seria como un “águila en el viento” o un “caballo veloz”, una sencilla manera de ensalzar cualidades, a través de la metáfora con animales o cosas que respetaban. En mi caso, victima quizás del mal dormir, y “las mentitas”, mi tabaco mentolado, aunado a la profunda charla con una amiga, hablare de “halcones” y “perdices” y seguramente cuando termine esto, habré perdido los dos o tres lectores que tengo, pero bueno, el cansancio me hace sentir inimputable.

Las perdices son aves relativamente gregarias, de vuelo bajo y de cortas distancias, mientras el halcón es un ave más solitaria, seguramente por su naturaleza cazadora, de un vuelo excelente, veloz e incisivo, de vista profunda y detallista como para poder detectar el mínimo movimiento de su presa. Algo parecido pasa con los humanos, los hay del tipo perdiz y los hay del tipo halcón, no por que uno sea victima del otro, si no más bien por rasgos de madurez y personalidad.

Nuestra perdiz suele ser una persona adocenada, de vuelo bajo, aclaro que no hablo de aspectos económicos o laborales, se puede ser un excelente y reconocido profesional ganar muy bien y ser una perdiz en su personalidad, aunque muchas veces se sienta halcón. La perdiz ha aprovechado poco del camino recorrido en su vida, sus prioridades son mas materiales quizás, que espirituales, aunque puede pasarla mucho mejor a veces, le falta en algunos caso un golpe de horno en la maduración, o mas bien en la capacidad de aprovechar las experiencias que la escuela de la vida nos brinda a diario, siempre en el plano personal, sus prioridades pueden ser materiales, del tipo económico, la colección de parejas sexuales, el culto de lo estético, hablamos quizás de cantidad mas que de calidad, una personalidad auto centrada, satisfecha de si mismo, pero que en el contexto muestra una clara mediocridad como ser humano, claro está, las perdices abundan, razón por la cual, se confunde esa abundancia con un parámetro de calidad personal, llenándolos de una sensación de autosatisfacción ante el entorno. Sus metas son menos profundas y más predecibles, sus logros más visibles quizás, pero menos ricos en valores, siempre dejando de lado lo material, pueden ser bibliotecas de conocimiento, pero si esos conocimientos no dejan mas en su ser que una colección de datos, solo se vuelven un rasgo de estatus intelectual sin valor real aplicable en su evolución personal.

Nuestros halcones, son seres solitarios, no por estar aislados, si no por quedar y sentirse fuera del contexto de la masa, agudos en su visión de la vida, están marcados a fuego por las huellas de la experiencia, quizás son solitarios por que no abundan, entonces les resulta difícil encontrarse en la interacción con las perdices. Si bien no se aíslan a si mismos, pueden no ser comprendidos, ya que al común les pueden representar un personalidad oscura, pero en si mismos, son los seres mas iluminados, a veces concientes de su naturaleza, pueden pagar muy caro su carácter de halcón. Un halcón como espejo de una perdiz, puede llevar a los primeros a la soledad física, por que la eterna búsqueda de los pares, no siempre tiene buenos resultados, y las perdices que pueden volar mas alto, muchas veces, al principio, bien pueden pasar o tratar de ser halcones, pero no lo podrán sostener por que no es su naturaleza intrínseca, lo que genera decepciones en los halcones que buscan el placer de la relación con un par.

Como las perdices, los halcones están en todos los estratos sociales, su capacidad de percepción, les permite hacerse cargo de sus errores y seguir evolucionando, aprovechando el pasado como fuente de experiencia, pero caminado con al vista puesta al frente, el pasado fue vivido, el futuro es el camino, no se camina mirando atrás, ya que lo que no fue hecho en un tiempo, no se puede cambiar, y las consecuencias de cada decisión nos acompañaran siempre, es por eso, que las cicatrices de la vida, son recuerdos a tener en cuenta, presentes, pero no son eventos para lamentarse por lo no hecho, si no que sirven como parámetros en las decisiones a tomar en el futuro, la aguda vista y percepción del halcón, su capacidad de aprendizaje, los hace seres especiales, que quizás no se destaquen con estridencia, pero su vida, aunque sea para ellos mismos, será mas provechosa en lo espiritual, de halcones, debieron ser los consejos de ancianos pretéritos, ya que la conciencia que otorga la sabiduría de la experiencia bien aprovechada, no es un bien propio del común de la gente.

Cada uno sabrá íntimamente si es halcón o perdiz, en definitiva, no es esa la razón de estas palabras, solo el compartir un pensamiento, fruto de la reflexión y el cansancio, que les aproveche.

"Bien, el trabajo y demás menesteres me tienen más entretenido de lo que quisiera, asi que les dejo una antiguedad a la que le tengo particular cariño, disfrútenlo."

1 Perplejos:

RMS dijo...
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