Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

martes, 7 de noviembre de 2006

Criterios.

Monogamia, poligamia, heterosexualidad, homosexualidad, costumbres y enseñanzas. El ser humano, por su carácter gregario, rige su comportamiento por doctrinas, la más de las veces heredadas de ancestros. Tales doctrinas, las heredadas como las recientes, tiene disímiles bases que argumentan su existencia, religión, ciencia, opiniones acordadas, sustentan esa guía pública de comportamiento social, cada individuo, crece y se forma aprendiendo y viviendo esas normas.

El criterio del juicio a las costumbres, variara según sea la raíz étnica y cultural de cada población, lo que para algunos sean desviaciones, para otros será la normalidad y viceversa. La curiosidad sociológica, o curiosidad neta, es un buen camino para abrir el espectro de posibilidades a la hora de convivir con diferentes formas y costumbres, como individuo puedo tener un parecer, inconcientemente fundamentado en lo que a lo largo de mi vida mamé de mis padres y de la sociedad en la que crecí, pero ese parecer, ciertamente nada objetivo, no debe arrogarme, el derecho de juzgar las costumbres de los demás. Puedo tener mi punto de vista, gestar íntimamente una opinión, pero la conciencia de mi subjetividad, debe ser el natural freno para hacer las veces de juez de costumbres o maneras que no vivo.

Esto es leña de un fuego dialéctico e intelectual que puede no apagarse nunca, por que el espectro de opiniones puede ser variadísimo, pero la observación, en un marco lo mas cercano posible a la ausencia de prejuicios, nos hará caer en la cuenta que la misma naturaleza repite en las diferentes especies patrones de comportamiento. Monogamia, poligamia, heterosexualidad, homosexualidad serán notadas por el privilegiado observador objetivo, en diferentes especies, algunas similares, otras diferentes a las nuestras, pero que rigen su comportamiento de manera mas instintiva, sin las ataduras propias de los conceptos nacidos de las religiones o arcaicos anatemas con génesis en precarios conocimientos quedados en el tiempo.

No pretendo defender o estigmatizar costumbres, no soy antropólogo ni sociólogo, solo soy observador, con la buena intención de abrir mi criterio, evitando juicios o prejuicios, nada que hagamos como individuos o como especie, no estará escrita en la secuencia de nucleótidos concatenados que forman el ADN de nuestro código genético. Que por obra de la razón, no siempre razonable, enmarquemos nuestros actos en los códigos establecidos, no esta mal, pero no es condición suficiente para volvernos jueces de aquellos hábitos que no compartamos o desconozcamos. Abramos la cabeza, utilicemos el cerebro con el que fuimos privilegiados, aprendamos a convivir en paz y sin juicios superfluos, pero sabiendo y haciendo respetar la autonomía individual, claro esta, dentro de la inseparable red social.

Se que esto ultimo puede llevar a derivar la idea en ejemplos que no son compatibles con el meollo de este asunto, es vuestra libertad refutar con esos argumentos, por lo pronto, siento que no es imposible coexistir con personas de costumbres diferentes, siempre que haya un mutuo respeto a las mismas entre ellos, para eso somos inteligentes, o no?.

1 Perplejos:

Anónimo dijo...
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