Algunas ideas que se me ocurrio escribir y que, inocentemente, me deje convencer que se dejaban leer, ahora, no se si se dejan leer, pero entretiene escribirlas, a su propio riesgo, padezcanme.

viernes, 10 de noviembre de 2006

Cupido a 64 bits.

Cuando rondaba los 16 años había decidido que la mujer de mis sueños vivía lejos, por lo que la mejor manera de conocerla era por correo, a través de alguna lista de encuentros que aparecían en algunas revistas, escribí, como corresponde, y aun espero las respuestas. Es extraño pensar que había una neutralidad anímica de por lo menos un par de semanas, momento a partir del cual la espera del cartero era una tortura, al tercer mes era como que las esperanzas se reducían, hoy, 24 años después, creo que va siendo hora de resignarme, ya no responderán aquellas jóvenes con las que pretendí unir mi destino.

En algunas películas de los años setenta y mas viejas, de los sesenta, veíamos asombrados como hombres y mujeres, protagonistas de los filmes mencionados, llenaban sendos formularios que serian transformados en tarjetas perforadas, cuyo destino final era el de alimentar una inmensa computadora, llena de luces de colores, al menos eso supongo tenia TV en blanco y negro entonces, para que tan modernos ordenadores unieran los destinos de audaces hombres y mujeres de una manera indivisible, cuanta fortuna invertida en una fantasía.

Del correo tradicional a las tarjetas perforadas, cupido ha ido modernizándose, cambio el vetusto arco por un procesador Intel dual core, ya no hace diana con la flecha si no que bombardea con un velocísimo flujo de bits, la tecnología da para todo, es mas, empiezo a pensar que si ponen a dos jóvenes frente a frente sin una computadora, la raza humana se extinguiría, al menos que volvieran a aprender a comunicarse de una manera mas tradicional, bueno si, un poco exagerado pero ejemplificador, se puede reír sin un emoticon.

Sospecho que a pesar de los cambios tecnológicos que, irremediablemente penetran en todos los estamentos, que ganas de escribir esta palabra que tenia, de la sociedad, el resultado final no ha cambiado, el amor solo se siente de una forma, más allá del medio usado para alcanzarlo. Si no se desvirtúan las formas, es licito entregar el corazón sin miramientos a una persona que se lo haya sabido ganar aunque sea a la distancia, claro esta, la herramienta, como supe decir alguna vez, solo es el puntapié inicial en la relación, la presencia física es condición necesaria para una consumación, el que solo vive en la virtualidad es un individuo patológico y necesita ayuda, ahí se estaría desvirtuando el medio usado. A los que aleguen que se puede caer en engaños, me permito recordarles que eso también puede pasar en el cara a cara de cualquier tipo, la presencia física no es por si misma garantía de honestidad, y no creo necesario ejemplificar algo que se cae de maduro.

Brindemos por la adaptación de cupido a la tecnología, brindemos por la aparición de nuevas formas de comunicación, que además de traernos información de utilidad o no, también nos permite conocernos, de manera que si las cosas se dan bien entre dos personas, estas puedan al final de la fibra óptica, unir sus almas, por que no, de la manera mas tradicional.

1 Perplejos:

Anónimo dijo...
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