Me deprimí. ¿Y qué?

Si ya sé, mucho junco, mucho halcones y perdices, mucho Fenix, pero me deprimí, si a alguien no le gusta que reclame a la garantía. Donde esta escrito que no me tiene que pasar, no es para rasgarse las vestiduras, es una depresión chiquita, a ver, quien es capaz de decir que jamás se ha deprimido.

Habrán visto que no me da esas depresiones tristes, más bien es una depresión rebelde, no de esas de encerrarse en un rincón a llorar o a lamentarse, mi depresión es de la que me hace asustar a los vendedores ambulantes o los pedigüeños de vía publica.

Es mi primera depresión, a menos, claro que cuente una que argumenté cuando estudiaba, para no hacer un trabajo practico grupal y que mi nombre figure en el, (si me lees Marcelo ya se que lo sabes y no te enojas), fuera de esa anecdótica “falsa depresión”, jamás me había sentido así realmente. Estoy tratando de disfrutar la sensación, pero admito que como es nueva no se manejarla muy bien, ojo, no pienso aprender por que no me interesa repetirla.

Bueno, no molesto mas, háganse cargo y disfruten plenamente de sus depresiones, por que cuando la hayan superado, tendrán algo para comparar, y así disfrutar aun más esa sensación de bienestar, hasta luego, me fui.